Colección de discursos agrupados numéricamente
9.71. Aridez mental
“Monjes, he aquí estas cinco clases de aridez mental. Y, ¿cuáles son esas cinco?
“He aquí, un monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido acerca de él y no pone en él su confianza. Cuando un monje está perplejo acerca del Maestro, duda de él, no está convencido acerca de él y no pone en él su confianza, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza, esta es la primera clase de aridez mental.
“Además, un monje está perplejo acerca del Dhamma… perplejo acerca del Sangha… perplejo acerca del entrenamiento… irritado con sus compañeros monjes, desplaciente y agresivo con ellos, tiene mala disposición hacia ellos. Cuando un monje está irritado con sus compañeros monjes, desplaciente y agresivo con ellos, tiene mala disposición hacia ellos, su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza. Y puesto que su mente no se inclina al ardor, el esfuerzo, la perseverancia y la firmeza, esta es la quinta clase de aridez mental.
“Estas son, monjes, las cinco clases de aridez mental, y los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco clases de aridez mental. Y, ¿cuáles son esos cuatro? He aquí, un monje mora contemplando el cuerpo en el cuerpo, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Además mora contemplando las sensaciones en las sensaciones… la mente en la mente… los objetos mentales en los objetos mentales, ardiente, comprendiendo claramente, atento, habiendo removido la añoranza y desánimo en consideración al mundo. Estos son, monjes, los cuatro establecimientos de la atención consciente que han de ser desarrollados en aras de abandonar estas cinco clases de aridez mental”.