Majjhima Nikaya 100
Sangarava Sutta
A Sangarava
En una ocasión el Bendito estaba vagando por el país de Kosala con un gran Sangha de bhikkhus. Así he oído:
En esa ocasión una mujer brahmán llamada Dhanañjani estaba viviendo en Candalakappa, teniendo total confianza en el Buda, el Dhamma y el Sangha . Una vez se tropezó y [al recobrar el equilibrio] exclamó tres veces: “¡Honor al Bendito, consumado y plenamente iluminado! ¡Honor al Bendito, consumado y plenamente iluminado! ¡Honor al Bendito, consumado y plenamente iluminado!”
En aquel momento había un estudiante brahmán llamado Sangarava viviendo en Candalakappa. Era un maestro de los Tres Vedas, con sus vocabularios, liturgia, fonología y etimología, y las historias en quinto lugar; diestro en filología y gramática, era totalmente versado en filosofía natural y en las marcas de un Gran Hombre. Habiendo oído a la mujer brahmán Dhanañjani pronunciar aquellas palabras, le dijo: “Esta mujer brahmán Dhanañjani debe ser humillada y degradada, ya que cuando hay brahmanes alrededor, ella alaba a ese asceta de cabeza calva”.
[Ella le respondió:] “Mi querido señor, no conocéis la virtud y la sabiduría del Bendito. Si conocieses la virtud y la sabiduría del Bendito, mi querido señor, nunca pensaríais en insultarle o vilipendiarle”.
”Entonces, señora, infórmame cuando el asceta Gotama venga a Candalakappa”.
“Sí, querido señor”, respondió la brahmán Dhanañjani.
Entonces, después de vagar por etapas por el país de Kosala, el Bendito finalmente llegó a Candalakappa. Allí en Candalakappa el Bendito residió en el Bosque de Mangos que pertenecía a los brahmanes del clan Todeyya.
La mujer brahmán Dhanañjani oyó que el Bendito había llegado, así que fue al estudiante brahmán Sangarava y le dijo: “Mi querido señor, el Bendito ha llegado a Candalakappa y está viviendo aquí en Candalakappa en el bosque de mangos que pertenece a los brahmanes del clan Todeyya. Ahora es el momento, querido señor, de hacer como consideréis oportuno”.
“Sí, señora”, respondió. Entonces fue a ver al Bendito e intercambió saludos con él. Cuando esta charla cortés y amable terminó, se sentó a un lado y dijo:
“Maestro Gotama, hay algunos ascetas y brahmanes que afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora . ¿Dónde, entre esos ascetas y brahmanes, se sitúa el Maestro Gotama?”
“Bharadvaja, yo digo que hay una diversidad entre aquellos ascetas y brahmanes que afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora. Hay algunos ascetas y brahmanes que son tradicionalistas, que, basándose en la tradición oral afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora; tal es el caso de los brahmanes de los Tres Vedas. Hay algunos ascetas y brahmanes que, basándose enteramente en la mera fe, afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora; tal es el caso de los pensadores y los investigadores . Hay algunos ascetas y brahmanes que, habiendo conocido directamente el Dhamma por ellos mismos entre las cosas no oídas anteriormente, afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora .
“Yo, Bharadvaja, soy uno de esos ascetas y brahmanes que, habiendo conocido directamente el Dhamma por ellos mismos entre las cosas no oídas anteriormente, afirman [enseñar] los fundamentos de la vida santa después de haber alcanzado la consumación y perfección del conocimiento directo aquí y ahora . En cuanto a cómo soy uno de esos ascetas y brahmanes, eso puede ser comprendido de la siguiente manera.
“Aquí , Bharadvaja, antes de mi iluminación, cuando todavía era solo un Bodhisatta no-iluminado , consideré esto: ‘La vida laica está abarrotada y es polvorienta; la vida de monje está completamente abierta. No es fácil, viviendo en un hogar, llevar la vida santa totalmente perfecta y pura como una concha pulida. Supón que me afeito mi cabeza y barba, me pongo el hábito amarillo, y me pongo en marcha desde la vida en hogar hacia la vida sin hogar.’
“Después, Bharadvaja, mientras todavía era joven, un hombre de pelo negro, dotado con las bendiciones de la juventud, en la flor de la vida, aunque mi padre y mi madre deseaban lo contrario y lloraban con rostros lacrimosos, me afeité la cabeza y la barba, me puse el hábito amarillo y me puse en marcha desde la vida en hogar hacia la vida sin hogar.
“Habiéndome puesto en marcha en busca de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, fui ante Alara Kalama y le dije: ‘Amigo Kalama, quiero llevar la vida santa en este Dhamma y Disciplina’. Alara Kalama contestó: ‘El venerable se puede quedar aquí. Este Dhamma es tal que un hombre sabio puede pronto entrar y residir en él, alcanzando por sí mismo a través del conocimiento directo la doctrina de su maestro’. No tardé mucho en aprender rápidamente ese Dhamma. Respecto a la mera recitación y ensayo de su enseñanza, pude hablar con conocimiento y seguridad, y afirmé ‘Sé y veo’ – y hubo otros que hicieron lo mismo.
“Consideré: ‘No es a través de la mera fe sólo que Alara Kalama declara: «Alcanzado por mí mismo con conocimiento directo, entro y resido en este Dhamma». Ciertamente Alara Kalama vive conociendo y viendo este Dhamma’. Entonces fui ante Alara Kalama y le pregunté: ‘Amigo Kalama, ¿de qué forma declaras que, alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo entras y resides en este Dhamma?’ En contestación él declaró la base de la nada .
“Consideré: ‘No sólo Alara Kalama tiene fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Yo también tengo fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Supón que me esfuerzo por alcanzar el Dhamma en el que Alara Kalama declara que entra y reside alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo’
“No tardé mucho en entrar y residir rápidamente en ese Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo. Entonces fui ante Alara Kalama y le pregunté: ‘Amigo Kalama, ¿es de esta manera que declaras que entras y resides en este Dhamma habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo?’—‘Esa es la manera, amigo’ – ‘Es de esta manera, amigo, que yo también entro y resido en este Dhamma, habiéndolo alcanzado por mí mismo con el conocimiento directo’—’Es un triunfo para nosotros, amigo, un gran triunfo para nosotros, que tengamos tal venerable como compañero en la vida santa. Así que el Dhamma en el que yo declaro que entro y resido habiéndolo alcanzado por mí mismo, con el conocimiento directo, es el Dhamma en el que tú entras y resides habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo. Y el Dhamma en el que tú entras y resides habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo es el Dhamma en el que yo declaro que entro y resido habiéndolo alcanzado por mí mismo, con el conocimiento directo. Así pues, conoces el Dhamma que yo conozco y yo conozco el Dhamma que tú conoces. Como yo soy, tú eres; como tú eres, soy yo. Ven, amigo, dirijamos juntos esta comunidad.’
“Así, Alara Kalama, mi maestro, me situó a mí, su alumno, en el mismo nivel que él y me otorgó el honor más elevado. Pero se me ocurrió: ‘Este Dhamma no lleva al desencanto, a la ausencia de pasión, a la cesación, a la paz, al conocimiento directo, a la iluminación, al Nibbana, sino solo a la reaparición en la base de la nada’ . No estando satisfecho con ese Dhamma, decepcionado, me marché.
Aún en la búsqueda de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, fui ante Uddaka Ramaputta y le dije: ‘Amigo, quiero llevar la vida santa en este Dhamma y Disciplina’ . Uddaka Ramaputta contestó: ‘El venerable se puede quedar aquí. Este Dhamma es tal que un hombre sabio puede pronto entrar y residir en él, alcanzando por sí mismo a través del conocimiento directo la doctrina de su maestro’. No tardé mucho en aprender rápidamente ese Dhamma. Respecto a la mera recitación y ensayo de su enseñanza, pude hablar con conocimiento y seguridad, y afirmé ‘Sé y veo’ – y hubo otros que hicieron lo mismo.
“Consideré: ‘No fue a través de la mera fe solo que Rama declaró: «Alcanzado por mí mismo con conocimiento directo, entro y resido en este Dhamma». Ciertamente Rama residió conociendo y viendo este Dhamma’. Entonces fui ante Uddaka Ramaputta y le pregunté: ‘Amigo, ¿de qué forma declaró Rama que, alcanzado por él mismo con el conocimiento directo entró y residió en este Dhamma?’ En contestación Uddaka Ramaputta declaró la base de ni percepción ni de no percepción.
“Consideré: ‘No sólo Rama tenía fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Yo también tengo fe, energía, atención, concentración y sabiduría. Supón que me esfuerzo por alcanzar el Dhamma en el que Rama declaró que entró y residió alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo’
“No tardé mucho en entrar y residir rápidamente en ese Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo. Entonces fui ante Uddaka Ramaputta y le pregunté: ‘Amigo, ¿es de esta manera que Rama declaró que entró y residió en este Dhamma alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo?’—’Esa es la manera, amigo’ – ‘Es de esta manera, amigo, que yo también entro y resido en este Dhamma, alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo’—’Es un triunfo para nosotros, amigo, un gran triunfo para nosotros, que tengamos tal venerable como compañero en la vida santa. Así que el Dhamma en el que Rama declaró que entró y residió alcanzándolo por sí mismo con el conocimiento directo, es el Dhamma en el que tú entras y resides habiéndolo alcanzado por ti mismo con el conocimiento directo. Y el Dhamma en el que tú entras y resides alcanzándolo por ti mismo con el conocimiento directo es el Dhamma en el que Rama declaró que entró y residió alcanzándolo por mí mismo con el conocimiento directo. Así pues, conoces el Dhamma que Rama conoció y Rama conoció el Dhamma que tú conoces. Como Rama fue, tú eres; como tú eres, Rama fue. Ven, amigo, ahora dirige esta comunidad”. Así, Uddaka Ramaputta, mi compañero en la vida santa, me situó en la posición de un maestro y me concedió el honor más elevado. Pero se me ocurrió: ‘Este Dhamma no lleva al desencanto, a la ausencia de pasión, a la cesación, a la paz, al conocimiento directo, a la iluminación, al Nibbana, sino solo a la reaparición en la base de de ni percepción ni de no percepción’. No estando satisfecho con ese Dhamma, decepcionado, me marché.
Aún en la búsqueda de lo que es saludable, buscando el estado supremo de la de paz sublime, vagué por etapas por el país de Magadha hasta que finalmente llegué a Uruvela, en Senanigama. Allí vi un terreno agradable, un bosque encantador con un río de aguas claras con agradables y suaves riberas y cerca un pueblo donde obtener limosnas. Consideré: ‘Este es un terreno agradable, este es un bosque encantador con un río de aguas claras con agradables y suaves riberas y cerca un pueblo donde obtener limosnas. Esto servirá para el esfuerzo de un hijo de familia que intenta esforzarse’. Y me senté allí pensando: ‘Esto servirá para el esfuerzo’ .
“Entonces estos tres símiles se me ocurrieron espontáneamente, nunca oídos antes. Supón que hubiera un trozo de madera verde y húmeda sumergida en el agua, y un hombre viniera con un palo, pensando: ‘Encenderé un fuego, produciré calor’. ¿Qué opinas, Bharadvaja? ¿Podría el hombre encender el fuego y producir calor cogiendo el palo y frotándolo con el trozo de madera verde y húmeda sumergida en el agua?”
“No, Maestro Gotama. ¿Por qué no? Porque es un trozo de madera verde y húmeda y está sumergida en el agua. Al final el hombre obtendrá tan sólo agotamiento y frustración.”
“Así también, Bharadvaja, como esos ascetas y brahmanes que aún no viven apartados físicamente de los placeres sensuales y cuyo deseo sensual, afecto, encaprichamiento, sed y fiebre por placeres sensuales no han sido totalmente abandonados y suprimidos internamente, incluso si esos buenos ascetas y brahmanes sienten dolorosas, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son incapaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación; e incluso si esos buenos ascetas y brahmanes no sienten dolorosos, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son incapaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación. Este fue el primer símil que se me ocurrió espontáneamente, nunca oído antes.
“De nuevo, Bharadvaja, un segundo símil se me ocurrió espontáneamente, nunca oído antes. Supón que hubiera un trozo de madera verde y húmeda sobre un terreno seco lejos del agua, y un hombre viniera con un palo, pensando: ‘Encenderé un fuego, produciré calor’. ¿Qué opinas, Bharadvaja? ¿Podría el hombre encender el fuego y producir calor cogiendo el palo y frotándolo con el trozo de madera verde y húmeda sobre un terreno seco lejos del agua?”
“No, Maestro Gotama. ¿Por qué no? Porque es un trozo de madera verde y húmeda, aunque esté sobre un terreno seco lejos del agua. Al final el hombre obtendrá tan sólo agotamiento y frustración.”
“Así también, Bharadvaja, como esos ascetas y brahmanes que viven apartados físicamente de los placeres sensuales , pero cuyo deseo sensual, afecto, encaprichamiento, sed y fiebre por placeres sensuales no han sido totalmente abandonados y suprimidos internamente, incluso si esos buenos ascetas y brahmanes sienten dolorosos, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son incapaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación; e incluso si esos buenos ascetas y brahmanes no sienten dolorosos, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son incapaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación. Este fue el segundo símil que se me ocurrió espontáneamente, nunca oído antes.
“De nuevo, Bharadvaja, un tercer símil se me ocurrió espontáneamente, nunca oído antes. Supón que hubiera un trozo de madera seco sobre un terreno seco lejos del agua, y un hombre viniera con un palo, pensando: ‘Encenderé un fuego, produciré calor’. ¿Qué opinas, Bharadvaja? ¿Podría el hombre encender el fuego y producir calor cogiendo el palo y frotándolo con el trozo de madera seco sobre un terreno seco lejos del agua?”
“Si, Maestro Gotama. ¿Por qué? Porque es un trozo de madera seco sobre un terreno seco lejos del agua.”
“Así también, Bharadvaja, como esos ascetas y brahmanes que viven apartados físicamente de los placeres sensuales y cuyo deseo sensual, afecto, encaprichamiento, sed y fiebre por placeres sensuales han sido totalmente abandonados y suprimidos internamente, incluso si esos buenos ascetas y brahmanes sienten dolorosos, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son capaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación; e incluso si esos buenos ascetas y brahmanes no sienten dolorosos, atroces y penetrantes sensaciones por el esfuerzo, son capaces del conocimiento, la visión y la suprema iluminación . Este fue el tercer símil que se me ocurrió espontáneamente, nunca oído antes. Estos son los tres símiles que se me ocurrieron espontáneamente, nunca oídos antes.
“Pensé: ‘Supón, con mis dientes apretados y mi lengua presionando contra el paladar, sometiera, obligara y aplastara la mente con la mente’. Así, con mis dientes apretados y mi lengua presionando contra el paladar, sometí, obligué y aplasté la mente con la mente. Mientras lo hacía, el sudor me corría por los sobacos. Igual que un hombre fuerte pude agarrar a uno débil por la cabeza o los hombros y someterle, obligarle y aplastarle, así también, con mis dientes apretados y mi lengua presionando contra el paladar, sometí, obligué y aplasté la mente con la mente, y el sudor corrió por mis sobacos. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado y desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Pensé: ‘Supón que practico la meditación sin respiración’. Así dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz. Mientras lo hacía, apareció un fuerte sonido de vientos saliendo de mis oídos. Al igual que hay un fuerte sonido cuando el fuelle de un herrero es utilizado, así también, mientras dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz apareció un fuerte sonido de vientos saliendo de mis oídos. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado e desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Pensé: ‘Supón que practico durante más tiempo la meditación sin respiración’. Así dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz y por los oídos. Mientras lo hacía, vientos violentos atravesaron mi cabeza. Igual que si un hombre fuerte clavara en mi cabeza la punta de una espada afilada, así también, mientras dejé de inspirar y espirar a través de mi boca, nariz y oídos, vientos violentos atravesaron mi cabeza. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado e desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Pensé: ‘Supón que practico durante más tiempo la meditación sin respiración’. Así, dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz y por los oídos. Mientras lo hacía, aparecieron violentos dolores en mi cabeza. Igual que si un hombre fuerte estuviese apretando una correa dura alrededor de mi cabeza a modo de cinta, así también, mientras dejé de inspirar y espirar a través de mi boca, nariz y oídos, aparecieron violentos dolores en mi cabeza. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado e desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Pensé: ‘Supón que practico durante más tiempo la meditación sin respiración’. Así, dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz y por los oídos. Mientras lo hacía, violentos vientos me cortaron el vientre. Igual que si un carnicero diestro, o su aprendiz, fuera a cortar el vientre de un buey con el cuchillo afilado de un carnicero, así también mientras dejé de inspirar y espirar a través de mi boca, nariz y oídos, violentos dolores me cortaron el vientre. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado e desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Pensé: ‘Supón que practico durante más tiempo la meditación sin respiración’. Así, dejé de inspirar y de espirar por la boca y por la nariz y por los oídos. Mientras lo hacía, apareció un ardor violento en mi cuerpo. Igual que si dos hombres fuertes agarrasen a uno débil por los brazos y lo abrasaran sobre un hoyo de carbón encendido, así también, mientras dejé de inspirar y espirar a través de mi boca, nariz y oídos, apareció un ardor violento en mi cuerpo. Pero aunque una inagotable energía surgió en mí y una constante atención fue establecida, mi cuerpo estaba sobreexcitado e desasosegado porque yo estaba cansado por el doloroso esfuerzo.
“Ahora, cuando las deidades me vieron, algunas dijeron: ‘El asceta Gotama está muerto’. Otras deidades dijeron: ‘El asceta Gotama no está muerto, se está muriendo’. Y otras deidades dijeron: ‘El asceta Gotama no está ni muerto ni se está muriendo; él es un arahant, y esta es la manera en que los arahants viven.’
“Pensé: ‘Supón que practico el ayuno completo’. Entonces las deidades vinieron a mí y dijeron: ‘Buen señor, no practiques el ayuno completo. Si lo haces, te introduciremos alimento celestial por los poros de tu piel y vivirás de eso’. Consideré: ‘Si afirmo estar ayunando completamente mientras que estas deidades me introducen alimento celestial por los poros de mi piel y vivo de eso, estaré mintiendo.’ Así, despedí a aquellas deidades, diciendo: ‘No hay necesidad’.
“Pensé: ‘Supón que ingiero muy poco alimento, un puñado a la vez, ya sea sopa de judías o lentejas o algarroba o guisantes. Mientras lo hacía, mi cuerpo alcanzó un estado de extrema demacración. Por comer tan poco, mis miembros se volvieron como segmentos unidos de tallos de viña o tallos de bambú. Por comer tan poco, mi trasero se volvió como la pezuña de un camello. Por comer tan poco la proyección de mi espina parecía una cuerda con cuentas. Por comer tan poco mis costillas sobresalían tan delgadas como las vigas de un viejo granero sin tejado. Por comer tan poco el reflejo de mis ojos se hundía por debajo de sus órbitas, pareciendo el reflejo del agua que se ha hundido en la profundidad de un pozo. Por comer tan poco mi cuero cabelludo se secó y marchitó como una verde y amarga calabaza se seca y marchita en el viento y en el sol. Por comer tan poco, la piel de mi vientre se adhería a mi columna vertebral; así, si tocaba la piel de mi vientre me encontraba con mi columna, y si tocaba mi columna me encontraba con la piel de mi vientre. Por comer tan poco, si defecaba u orinaba, me caía de bruces. Por comer tan poco, si intentaba relajar mi cuerpo frotando mis miembros con las manos, el vello, podrido en su raíz, se caía de mi cuerpo conforme lo frotaba.
“Cuando la gente me veía, algunos decían: ‘El asceta Gotama es negro’. Otros decían: ‘El asceta Gotama no es negro, sino marrón’. Otros decían: ‘El asceta Gotama no es ni negro ni marrón, sino de piel dorada’. Tanto se había deteriorado el color claro y brillante de mi piel de comer tan poco.
“Pensé: ‘Lo que los ascetas o brahmanes hayan experimentado en el pasado, sensaciones dolorosas, atroces y penetrantes por el esfuerzo, este es superior, no hay ninguno mayor que éste. Y lo que los ascetas y brahmanes en el futuro experimentarán, sensaciones dolorosas, atroces y penetrantes por el esfuerzo, este es superior, no hay ninguno mayor que éste. Y lo que los ascetas y brahmanes en el presente experimentan, sensaciones dolorosas, atroces y penetrantes por el esfuerzo, este es superior, no hay ninguno mayor que éste. Pero mediante esta atroz práctica de austeridades no he conseguido ningún estado sobrehumano, ninguna distinción en el conocimiento y visión digna de los Nobles. ¿Podría haber otro camino hacia la iluminación?
“Consideré: ‘Recuerdo que cuando mi padre el Sakya estaba ocupado, mientras yo me sentaba bajo la sombra fresca de un árbol de pomarrosa, apartado de los placeres sensuales, apartado de los estados insanos, entré y residí en el primer jhana, el cual va acompañado del pensamiento aplicado y sostenido, con rapto y placer nacido del apartamiento . ¿Podría ese ser el camino hacia la iluminación? Entonces, seguido de esa memoria, me llegó la comprensión: ‘Ese es sin duda el camino hacia la iluminación’.
“Pensé: ‘¿Por qué tengo miedo de ese placer que nada tiene que ver con los placeres sensuales ni con los estados insanos?’ Pensé: ‘No tengo miedo de ese placer ya que no tiene nada que ver con los placeres sensuales ni con los estados insanos’ .
“Consideré: ‘No es fácil obtener ese placer con un cuerpo tan excesivamente consumido. Supón que comiera alimento sólido – arroz cocido y avena con leche’. Y comí alimento sólido – arroz cocido y avena con leche. Por aquél momento cinco bhikkhus me estaban esperando, pensando: ‘Si nuestro asceta Gotama alcanza un estado más elevado, nos informará’. Pero cuando comí el arroz cocido y la avena con leche, los cinco bhikkhus se indignaron y me abandonaron, pensando: ‘El asceta Gotama vive ahora lujosamente; ha abandonado su esfuerzo y se ha vuelto hacia el lujo.
“Cuando hube comido el alimento sólido y recuperado mis fuerzas, apartado de los placeres sensuales, apartado de los estados insanos, entré y residí en el primer jhana, el cual va acompañado del pensamiento aplicado y sostenido, con rapto y placer nacidos del apartamiento.
“Con la cesación del pensamiento aplicado y sostenido, entré y residí en el segundo jhana, que tiene confianza interna y unificación mental, sin pensamiento aplicado y sostenido, y tiene rapto y placer nacidos de la concentración.
“Con el desvanecimiento también del rapto, residí ecuánime, y atento y comprendiendo claramente, experimenté felicidad con el cuerpo; entré y residí en el tercer jhana del que los nobles declaran: ‘Él es ecuánime, atento, uno que reside felizmente’.
“Con el abandono del placer y el dolor, y con la anterior desaparición de la alegría y el desagrado, entré y residí en el cuarto jhana, que no es ni doloroso ni placentero y que incluye la purificación de la atención mediante la ecuanimidad.
“Cuando mi mente concentrada estaba así de purificada, radiante, sin mácula, libre de imperfección, maleable, manejable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento del recuerdo de vidas pasadas. Recordé mis múltiples vidas pasadas, esto es, un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de contracción mundial, muchos eones de expansión mundial, muchos eones de contracción y expansión mundial: ‘Allí tuve tal nombre, de tal clan, con tal apariencia, tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida; muriendo en allí, reaparecí en otro lugar; y allí también tuve tal nombre, de tal clan, con tal apariencia, tal fue mi alimento, tal mi experiencia de placer y dolor, tal el final de mi vida; muriendo allí, reaparecí aquí.’ Así, con sus aspectos y particularidades recordé mis múltiples vidas pasadas.
“Este fue el primer conocimiento verdadero que obtuve por mí mismo en la primera vigilia de la noche. La ignorancia fue desterrada y el conocimiento verdadero surgió; la oscuridad fue desterrada y la luz surgió, como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.
“Cuando mi mente concentrada estaba así de purificada, radiante, sin mácula, libre de imperfección, maleable, manejable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de fallecimiento y reaparición de los seres . Con el ojo divino, que está purificado y que supera al humano, vi seres falleciendo y reapareciendo, inferior y superior, bellos y feos, afortunados y desafortunados. Entendí cómo los seres fallecen según sus acciones así: ‘Estos seres que poseían una mala conducta de cuerpo, palabra y mente, que injuriaban a los Nobles, equivocados en sus opiniones, realizando acciones bajo la influencia de las opiniones erróneas, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en el estado de la privación, en un destino malo, en la perdición, incluso en el infierno; pero estos seres que poseían una buena conducta de cuerpo, palabra y mente, que no injuriaban a los Nobles, correctos en sus opiniones, realizando acciones bajo la influencia de las opiniones correctas, con la descomposición del cuerpo, tras la muerte, han reaparecido en un buen destino, incluso en el mundo celestial’. Así, con el ojo divino, que está purificado y que supera al humano, vi seres falleciendo y reapareciendo, inferior y superior, bellos y feos, afortunados y desafortunados, y entendí cómo los seres fallecen según sus acciones.
“Este fue el segundo conocimiento verdadero que obtuve por mí mismo en la mitad de la vigilia de la noche. La ignorancia fue desterrada y el conocimiento verdadero surgió; la oscuridad fue desterrada y la luz surgió, como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.
“Cuando mi mente concentrada estaba así de purificada, radiante, sin mácula, libre de imperfección, maleable, manejable, firme y hubo alcanzado la imperturbabilidad, la dirigí al conocimiento de la destrucción de las corrupciones. Supe directamente cómo es realmente: ‘Esto es sufrimiento. Esto es el origen del sufrimiento. Esta es la cesación del sufrimiento. Este es el camino que lleva a la cesación del sufrimiento.’ Supe directamente cómo es realmente: ‘Estas son las corrupciones. Este es el origen de las corrupciones. Esta es la cesación de las corrupciones. Este es el camino que lleva a la cesación de las corrupciones.’
“Cuando supe y vi así, mi mente, fue liberada de la corrupción del deseo sensual, de la corrupción del ser, de la corrupción de la ignorancia. Cuando fue liberada, vino el conocimiento: ‘Está liberada’. Y supe directamente: ‘El nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que tenía que hacerse ha sido hecho, no hay más venida a ningún estado de ser.’
“Este fue el tercer conocimiento verdadero que obtuve por mí mismo en la última vigilia de la noche. La ignorancia fue desterrada y el conocimiento verdadero surgió; la oscuridad fue desterrada y la luz surgió, como ocurre en uno que es diligente, fervoroso y resoluto.”
Cuando esto fue dicho, el estudiante brahmán Sangarava dijo al Bendito: “El esfuerzo del Maestro Gotama no vaciló, el esfuerzo del Maestro Gotama fue el de un verdadero hombre, como debe ser el de uno que es Consumado, un Totalmente Iluminado. Pero ¿cómo es, Maestro Gotama, hay dioses?”
“Es conocido por mí el caso, Bharadvaja, de que hay dioses”
“Pero, ¿cómo es esto, Maestro Gotama, que cuando se te pregunta: ‘¿hay dioses?’, dices: ‘Es conocido por mí el caso, Bharadvaja, de que hay dioses?’ Si es así, ¿no es lo que dices vacío y falso?”
“Bharadvaja, cuando a uno se le pregunta: ‘¿Hay dioses?’ ya sea que uno responda, ‘Hay dioses’ o ‘Es conocido por mí el caso [de que hay dioses]’, un hombre sabio puede sacar la conclusión definitiva de que hay dioses.”
“¿Pero por qué el Maestro Gotama no me respondió de la primera forma?”
“Es ampliamente aceptado en el mundo, Bharadvaja, que hay dioses”.
Cuando esto fue dicho, el estudiante brahmán Sangarava dijo al Bendito: “¡Magnífico, Maestro Gotama! ¡Magnífico, Maestro Gotama! El Maestro Gotama ha aclarado el Dhamma de muchas maneras, como si hubiera puesto del derecho algo que estaba del revés, revelando lo que estaba oculto, mostrando el camino a quien estaba perdido, o sujetando una lámpara en la oscuridad para que aquellos con vista vieran las formas. Me refugio en el Maestro Gotama, y en el Dhamma y en la Sangha de bhikkhus. Que el Maestro Gotama me recuerde como un seguidor laicos que se ha refugiado en él de por vida”.