Majjhima Nikaya 108
Gopakamoggallana Sutta
Discurso con Gopaka Moggallana
En una ocasión, el Venerable Ananda estaba morando en Rajagaha, en la Arboleda de los Bambúes, donde las ardillas suelen ir en busca de comida, no muy lejos del lugar, en el cual el Bienaventurado ha alcanzado su Nibbana final. Esto he escuchado:
En esta ocasión, el rey Ajatasattu Vedehiputta de Magadha, habiendo sospechado del rey Pajjota, estaba fortificando el Rajagaha .
Entonces, el Venerable Ananda se vistió de mañana temprano y, tomando su cuenco y el hábito exterior, se fue a Rajagaha en busca de comida de las limosnas. Pero entonces, el Venerable Ananda pensó esto: “Todavía es demasiado temprano para ir a pedir limosnas en Rajagaha. ¿Qué tal si voy al lugar de trabajo del brahmán Gopaka Moggallana?”
Así que el Venerable Ananda se fue al lugar de trabajo del brahmán Gopaka Moggallana. Entonces, el brahmán Gopaka Moggallana vio venir al Venerable Ananda desde cierta distancia y le dijo: “Que maestro Ananda venga. Bienvenido sea, maestro Ananda. Ya hace mucho tiempo que maestro Ananda no ha tenido oportunidad de llegar aquí. Que maestro Ananda tome asiento: hay uno preparado aquí.” Entonces, el Venerable Ananda se sentó en el asiento que estaba preparado para él. Y el brahmán Gopaka Moggallana tomó otro asiento más bajo y se sentó a un lado. Una vez sentado ahí le preguntó al Venerable Ananda con estas palabras:
“Maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que posea todas y cada una de las cualidades que tenía el Maestro Gotama, el realizado y plenamente despierto?”
“No, brahmán, no existe monje particular alguno que posea todas y cada una de las cualidades que tenía el Maestro Gotama, el realizado y plenamente despierto. El Bienaventurado hizo surgir el sendero aún no surgido, producir el sendero aún no producido, declarar el sendero aún no declarado. Él fue el conocedor del sendero, el descubridor del sendero, habilidoso en el sendero. Pero sus discípulos de ahora, permanecen siguiendo este sendero y llegan a poseerlo después [de él].”
Pero, en este momento, la discusión entre el Venerable Ananda y brahmán Gopaka Mogallana ha sido interrumpida, porque el primer ministro de Maghada, mientras supervisaba el trabajo en Rajagaha, se fue junto al Venerable Ananda en el lugar de trabajo del brahmán Gopaka Moggallana. Habiendo llegado ahí, intercambió con el Venerable Ananda cordiales saludos y, cuando concluyeron estas amables palabras de bienvenida, se sentó a un lado y preguntó al Venerable Ananda: “¿Qué clase de discusión habéis tenido aquí, maestro Ananda? ¿Sobre qué fue la discusión que ha sido interrumpida?”
“Brahmán, el brahmán Gopaka Moggallana me preguntó ‘Maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que posea todas y cada una de las cualidades que tenía el Maestro Gotama, el realizado y plenamente despierto?’ A lo cual, le he respondido: ‘No, brahmán, no existe monje particular alguno que posea todas y cada una de las cualidades que tenía el Maestro Gotama, el realizado y plenamente despierto. El Bienaventurado hizo surgir el sendero aún no surgido, producir el sendero aún no producido, declarar el sendero aún no declarado. Él fue el conocedor del sendero, el descubridor del sendero, habilidoso en el sendero. Pero sus discípulos de ahora permanecen siguiendo este sendero y llegan a poseerlo después [de él].’ Ésta fue la clase de discusión que hemos tenido aquí; sobre este tema fue la discusión que ha sido interrumpida cuando has llegado, brahmán.”
“Maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que ha sido señalado por el Bienaventurado de esta manera: ‘él será vuestro refugio cuando yo me vaya’, un monje a quien recurrís ahora?”
“No, brahmán, no existe monje particular alguno que fuera señalado por el Bienaventurado de esta manera: ‘él será vuestro refugio cuando yo me vaya’, un monje a quien nosotros ahora recurramos.”
“Pero, maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que ha sido elegido por el Sangha y señalado por un gran número de monjes mayores de esta manera: ‘él será nuestro refugio después de que el Bienaventurado se haya ido’, un monje a quien recurrís ahora?”
“No, brahmán, no existe monje particular alguno que ha sido elegido por el Sangha y señalado por un gran número de monjes mayores de esta manera: ‘él será nuestro refugio después de que el Bienaventurado se haya ido’, un monje a quien nosotros ahora recurramos.”
“Pero si tenéis refugio, Maestro Ananda, ¿cuál puede ser la razón de vuestra concordia?”
“No estamos sin refugio, brahmán. Nosotros tenemos refugio, brahmán: nosotros tenemos el Dhamma como nuestro refugio”.
“Pero, maestro Ananda, cuando yo pregunté: ‘¿existe algún monje particular que ha sido señalado por el Bienaventurado de esta manera: ‘él será vuestro refugio cuando yo me vaya’, un monje a quien recurrís ahora?’, me respondiste: ‘No, brahmán, no existe monje particular alguno… a quien nosotros ahora recurramos.’ Y cuando te pregunté: ‘Pero, maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que ha sido elegido por el Sangha y señalado por un gran número de monjes mayores de esta manera: ‘él será nuestro refugio después de que el Bienaventurado se haya ido’, un monje a quien recurrís ahora?’, me respondiste: ‘No, brahmán, no existe monje particular alguno… a quien nosotros ahora recurramos.’ Y cuando te pregunté: ‘Pero si tenéis refugio, Maestro Ananda, ¿cuál puede ser la razón de vuestra concordia?’, me respondiste: ‘No estamos sin refugio, brahmán. Nosotros tenemos refugio, brahmán: nosotros tenemos el Dhamma como nuestro refugio’. Entonces, ¿cuál podría ser el significado de semejantes declaraciones?”
“Brahmán, el Bienaventurado, el que conoce y ve, el realizado y plenamente despierto ha prescrito el curso del entrenamiento para los monjes y ha dejado el Patimokkha . El día del Uposatha, todos los monjes que vivimos dentro del mismo distrito nos reunimos juntos en concordia y, habiéndonos reunido, preguntamos por alguien que conoce el Patimokkha para que lo recite. Y cuando algún monje se acuerda de alguna ofensa o transgresión, mientras que el Patimokkha está siendo recitado, nosotros procedemos con él de acuerdo al Dhamma, en la manera en la cual hemos sido instruidos. No son ciertos venerables señores que tratan con nosotros, sino es el Dhamma que trata con nosotros .”
“Pero, maestro Ananda, ¿existe algún monje particular a quien honráis, respetáis, reverenciáis y veneráis, bajo cuya dependencia vivís, honrando y respetándolo?”
“Sí, brahmán, existen monjes a quienes honramos, respetamos, reverenciamos y veneramos, bajo cuya dependencia vivimos, honrando y respetándolos.”
“Pero, maestro Ananda, cuando yo pregunté: ‘¿existe algún monje particular que ha sido señalado por el Bienaventurado… me respondiste: ‘No, brahmán, no existe monje particular alguno… a quien nosotros ahora recurramos.’ Y cuando te pregunté: ‘Pero, maestro Ananda, ¿existe algún monje particular que ha sido elegido por el Sangha… me respondiste: ‘No, brahmán, no existe monje particular alguno… a quien nosotros ahora recurramos.’ Pero, cuando te pregunté: ‘maestro Ananda, ¿existe algún monje particular a quien honráis, respetáis, reverenciáis y veneráis, bajo cuya dependencia vivís, honrando y respetándolo?, me respondiste: ‘Sí, brahmán, existen monjes a quienes honramos, respetamos, reverenciamos y veneramos, bajo cuya dependencia vivimos, honrando y respetándolos.’ Entonces, ¿cuál podría ser el significado de semejantes declaraciones?”
“He aquí, brahmán, existen diez cualidades que inspiran confianza y han sido declaradas por el Bienaventurado, el que conoce y ve, el realizado y plenamente despierto. Cuando dichas cualidades se encuentran en alguno de nosotros, entonces lo honramos, respetamos, reverenciamos y veneramos, bajo su dependencia vivimos, honrando y respetándolo. ¿Cuáles diez?
“(i) He aquí, brahmán, el monje es virtuoso, permanece restringiéndose de acuerdo al Patimokkha, es perfecto en su conducta y recursos, y, viendo el peligro y las más mínimas faltas, se entrena a sí mismo, comprometiéndose con los preceptos del entrenamiento.
“(ii) Además, el monje es muy instruido y consolidado en lo que ha aprendido. En aquella enseñanza que es agradable en el comienzo, agradable en el medio y agradable al final. Que conoce tanto su recto significado como la forma, y reafirma la vida santa, absolutamente perfecta y pura, de acurdo a las enseñanzas, en las cuales ha sido bien instruido: las recuerda, se perfecciona en ellas, las considera cuidadosamente en su mente y entiende profundamente lo que encierran.
“(iii) Se contenta fácilmente con sus hábitos, su comida de las limosnas, su lugar de residencia y sus requisitos medicinales.
“(iv) Alcanza a voluntad, sin esfuerzo ni dificultades, los cuatro jhanas que constituyen la mente elevada y proveen una agradable morada aquí y ahora.
“(v) Ejerce varias clases de poderes sobrenaturales: habiendo sido uno, llega a ser varios; habiendo sido varios, llega a ser uno; aparece y desaparece; traspasa sin obstáculos una pared, un cerco, una montaña como si traspasara el espacio; se zambulle en la tierra como si fuera agua; camina sobre el agua sin hundirse como si fuera tierra; sentado con las piernas cruzadas viaja por el espacio como una ave; con sus manos toca y acaricia la luna y el sol, poderosa y majestuosamente; ejerce su dominio corporal incluso hasta donde llega el mundo del Brama.
“(vi) Con el elemento del oído divino, que es purificado y sobrepasa el oído humano, escucha a ambas clases de sonidos: los divinos y los humanos, tanto de cerca como de lejos.
“(vii) También reconoce las mentes de los otros seres y de otras personas, habiéndolas abarcado con su propia mente. Reconoce la mente afectada por lascivia como mente afectada por lasciva y la mente libre de lascivia como mente libre de lascivia; reconoce la mente afectada por el odio como mente afectada por odio y la mente libre del odio como mente libre del odio; reconoce la mente afectada por falsa ilusión como mente afectada por falsa ilusión y la mente libre de falsa ilusión como mente libre de falsa ilusión; reconoce la mente expandida como mente expandida y la mente encogida como mente encogida; reconoce la mente elevada como mente elevada y la mente no elevada como mente no elevada; reconoce la mente derrocada como mente derrocada y la mente no derrocada como mente no derrocada; reconoce la mente concentrada como mente concentrada y la mente distraída como mente distraída; reconoce la mente liberada como mente liberada y la mente no liberada como mente no liberada.
(viii) “Recuerda sus múltiples vidas pasadas, es decir, se recuerda de un nacimiento, dos nacimientos, tres nacimientos, cuatro nacimientos, cinco nacimientos, diez nacimientos, veinte nacimientos, treinta nacimientos, cuarenta nacimientos, cincuenta nacimientos, cien nacimientos, mil nacimientos, cien mil nacimientos, muchos eones de las contracciones cósmicas, muchos eones de las expansiones cósmicas, muchos eones de las contracciones y expansiones cósmicas, recordando: ‘En aquel entonces, mi nombre era así, mi linaje era éste y provenía de ésta casta; me alimentaba de ésta clase de alimento experimentaba ésta y aquella clase de alegrías y penas y he vivido ésta cantidad de años. Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado allá, donde mi nombre era… Habiendo terminado mi vida ahí, me he reconectado aquí’. De esta manera, se acuerda de sus múltiples vidas pasadas, con sus condiciones y detalles.
(ix) “Con el ojo divino, que es purificado y sobrepasa el ojo humano, ve a los seres fallecer y reaparecer, seres superiores e inferiores, hermosos y repugnantes, afortunados y desafortunados, entendiendo cómo los seres pasan de acuerdo a sus acciones.
(x) “Purificándose a sí mismo, con el conocimiento directo, aquí y ahora permanece en la liberación de la mente y la liberación mediante la sabiduría, la cual es sin mancha y libre de contaminaciones.
“Éstas son, brahmán, las diez cualidades que inspiran confianza y han sido declaradas por el Bienaventurado, el que conoce y ve, el realizado y plenamente despierto. Cuando dichas cualidades se encuentran en alguno de nosotros, entonces lo honramos, respetamos, reverenciamos y veneramos, bajo su dependencia vivimos, honrando y respetándolo.”
Cuando esto fue dicho, el brahmán Vassakara, el ministro de Magadha, dijo al general Upananda: “¿Qué opinas, general? Cuando estos venerables señores honran a los que deben ser honrados, respetan a los que deben ser respetados, reverencian a los que deben ser reverenciados y veneran a los que deben ser venerados, realmente ellos honran a los que deben ser honrados… y veneran a los que deben ser venerados. Y cuando estos venerables señores no honran a los que no deben ser honrados, no respetan a los que no deben ser respetados, no reverencian a los que no deben ser reverenciados y no veneran a los que no deben ser venerados, realmente ellos no honran a los que no deben ser honrados… ni veneran a los que no deben ser venerados. Entonces, a aquellos que ellos honran, respetan, reverencian y veneran, viven bajo su dependencia, honrando y respetándolos, ¿no es cierto?”
Entonces, el brahmán Vassakara, el ministro de Maghada, dijo al Venerable Ananda: “¿Dónde vive el maestro Ananda ahora?”—"Ahora vivo en la Arboleda de los Bambúes, brahmán.”
“Espero, maestro Ananda, que esta Arboleda de los Bambúes sea un lugar placentero, quieto y no obstruido por las voces, con la atmósfera de la reclusión, alejado de la gente, favorable para el retiro.”
“Efectivamente, brahmán, esta Arboleda de los Bambúes es un lugar placentero, quieto y no obstruido por las voces, con la atmósfera de la reclusión, alejado de la gente, favorable para el retiro.”
“Efectivamente, maestro Ananda, esta Arboleda de los Bambúes debe ser un lugar placentero, quieto y no obstruido por las voces, con la atmósfera de la reclusión, alejado de la gente, favorable para el retiro porque los venerables señores son meditadores y cultivan la meditación. En una ocasión, maestro Ananda, el maestro Gotama estaba morando en Vesali, en la sala con el techo de dos aguas, en el Gran Bosque. En esta ocasión, me acerqué junto al maestro Gotama y él ofreció una charla acerca de la meditación en diferentes maneras. El maestro Gotama fue un meditador, cultivó la meditación y alabó toda clase de meditación.”
“En realidad, brahmán, el Bienaventurado no alabó toda clase de meditación ni tampoco condenó a toda clase de meditación. ¿Y qué clase de meditación, brahmán, el Bienaventurado no alabó? He aquí, brahmán, hay quien permanece con su mente obsesionada por las pasiones sensuales, siendo presa de las pasiones sensuales y no sabiendo cómo escaparse efectivamente de las pasiones sensuales. Y mientras que abriga las pasiones sensuales adentro, medita, considera, pondera y mal-medita. Y hay quien, brahmán, permanece con su mente obsesionada por la animadversión, siendo presa de la animadversión… con su mente obsesionada por la pereza y la apatía, siendo presa de la pereza y apatía… con su mente obsesionada por la preocupación y el remordimiento, siendo presa de la preocupación y el remordimiento… con su mente obsesionada por la duda, siendo presa de la duda y no sabiendo cómo escaparse efectivamente de la duda. Y mientras que abriga la duda adentro, medita, considera, pondera y mal-medita. Ésta es la clase de meditación, brahmán, que el Bienaventurado no alabó.
“¿Y qué clase de meditación, brahmán, el Bienaventurado alabó? He aquí, brahmán, el monje, aislado de los placeres sensuales, aislado de los perjudiciales estados mentales, entra y permanece en el primer jhana, el cual está acompañado por el pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, por el arrobamiento y felicidad, nacidos del aislamiento. Además, al calmar el pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, él entra y permanece en el segundo jhana, que posee la tranquilidad interior y la unificación de la mente; libre del pensamiento aplicado y el pensamiento sostenido, lleno de arrobamiento y felicidad nacidos de la concentración. Además, con la desaparición del arrobamiento, él permanece ecuánime, atentamente consciente y con la comprensión clara, experimentando la felicidad a través de su cuerpo; él entra y permanece en el tercer jhana, del cual los nobles declararon: ‘Él es ecuánime, atentamente consciente, uno que encontró una morada placentera.’ Además, con el abandono del placer y de la pena, con la previa desaparición de la alegría y el desplacer, él entra y permanece en el cuarto jhana, que es ni doloroso ni placentero y que comprende la purificación de la atención consciente a través de la ecuanimidad. Ésta es la clase de meditación, brahmán, que el Bienaventurado alabó.”
“Parece, maestro Ananda, que el maestro Gotama censuró la clase de meditación que debería ser censurada y alabó aquella que debería ser alabada. Y ahora, maestro Ananda, vamos a retirarnos que tenemos muchas ocupaciones.”
“Puedes hacer todo lo que sea conveniente para ti, brahmán”.
Entonces, el brahmán Vassakara, el ministro de Magadha, habiéndose regocijado y deleitado en las palabras del Venerable Ananda, se levantó de su asiento y se retiró.
Entonces, un poco después de que el brahmán Vassakara se haya retirado, el brahmán Gopaka Moggallana dijo al Venerable Ananda: “El maestro Ananda todavía no respondió a lo que le habíamos preguntado”.
“¿Acaso no te dije, brahmán, que ‘no existe monje particular alguno que posea todas y cada una de las cualidades que tenía el Maestro Gotama, el realizado y plenamente despierto. El Bienaventurado hizo surgir el sendero aún no surgido, producir el sendero aún no producido, declarar el sendero aún no declarado. Él fue el conocedor del sendero, el descubridor del sendero, habilidoso en el sendero. Pero sus discípulos de ahora permanecen siguiendo este sendero y llegan a poseerlo después [de él]’?”