Majjhima Nikaya 82

Ratthapala Sutta

Discurso sobre Ratthapala

Esto he escuchado: En una ocasión, el Bienaventurado estaba recorriendo el país Kuru con un gran Sangha de los monjes, para llegar finalmente a una ciudad de Kuru llamada Thullakotthita.

Entonces, los brahmanes y los hombres hogareños de Thullakotthita escucharon lo siguiente: “el asceta Gotama, el hijo de los sakyanos que ha renunciado al clan de los sakyanos, está recorriendo el país Kuru con un gran Sangha de los monjes, para llegar finalmente a la ciudad Thullakotthita. Y este excelente relato se divulgó acerca del maestro Gotama: ‘El Bienaventurado es realizado, plenamente iluminado, perfecto en el verdadero conocimiento y la conducta, sublime, conocedor de los mundos, incomparable conductor de los que han de ser amansados, maestro de los dioses y los seres humanos, iluminado, bendito. Hace declaraciones acerca de este mundo con sus divinidades, Maras y Brahmas, sobre esta generación con sus ascetas y brahmanes, sus príncipes y la gente, lo cual había descubierto por sí mismo con el conocimiento directo. El Dhamma que enseña es agradable en el comienzo, agradable en el medio y agradable al final, recto tanto en el significado como en la letra, que revela la vida santa absolutamente perfecta y pura’. Ahora bien, es oportuno ver al semejantes arahant.”

Así que los brahmanes y los hombres hogareños de Thullakotthita se fueron junto al Bienaventurado. Algunos rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado; otros intercambiaron con él cordiales saludos y cuando estas amables y corteses palabras de bienvenida terminaron, se sentaron a un lado; otros extendieron sus manos en un reverencial saludo hacia el Bienaventurado y se sentaron a un lado; otros pronunciaron sus nombres y los de sus clanes en presencia del Bienaventurado y se sentaron a un lado, y otros, guardando el silencio, se sentaron a un lado. Cuando ya todos estaban sentados, el Bienaventurado les instruyó, instó, elevó y regocijó con una charla del Dhamma.

En este momento, el miembro de clan de nombre Ratthapala, hijo del principal clan de esta misma Thullakotthika, estaba sentado en medio de la asamblea . Entonces, surgió en él esta reflexión: “así como entiendo el Dhamma enseñado por el Bienaventurado, no es fácil realizar la vida santa absolutamente perfecta y pura como una concha pulida, mientras se esté viviendo en el hogar. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y la barba, visto el hábito amarillo y voy renunciando a la vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar?”

Entonces, los brahmanes y hombres hogareños de Thullakotthika, habiendo sido instruidos, instados, elevados y regocijados por el Bienaventurado con una charla del Dhamma, se deleitaron y se regocijaron en sus palabras. Acto seguido, se levantaron de sus asientos y, después de haber rendido homenaje al Bienaventurado, salieron de ahí, cuidando que el Bienaventurado permaneciera siempre a su mano derecha.

No mucho tiempo después de que se hayan ido, el miembro de clan Ratthapala se fue junto al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable señor, así como entiendo el Dhamma enseñado por el Bienaventurado, no es fácil realizar la vida santa absolutamente perfecta y pura como una concha pulida, mientras se esté viviendo en el hogar. Me gustaría afeitar mi cabeza y la barba, vestir el hábito amarillo y renunciar a la vida hogareña para vivir un estilo de vida sin hogar. Me gustaría recibir el renunciamiento bajo el Bienaventurado y la plena ordenación”.

“¿Tienes permiso, Ratthapala, de tus padres para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar?”

“No, venerable señor, no tengo permiso de mis padres”.

“Ratthapala, los Tathagatas no ofrecen el renunciamiento a nadie que no tenga permiso de sus padres”.

“Venerable señor, voy a ver si mis padres me permiten renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar.”

Entonces, el hombre de clan Ratthapala, se levantó de su asiento y, después de haber rendido homenaje al Bienaventurado, salió de ahí, cuidando que el Bienaventurado permaneciera siempre a su mano derecha. Acto seguido se fue junto a sus padres y les dijo: “Madre y padre, así como entiendo el Dhamma enseñado por el Bienaventurado, no es fácil realizar la vida santa absolutamente perfecta y pura como una concha pulida, mientras se esté viviendo en el hogar. Me gustaría afeitar mi cabeza y la barba, vestir el hábito amarillo y renunciar a la vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar. Dadme permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar.”

Cuando esto fue dicho, sus padres respondieron: “Querido Ratthapala, tú eres nuestro único hijo, querido y bien amado. Has llegado y has crecido en el confort; no sabes nada del sufrimiento, querido Ratthapala. Aún en caso en que estuvieras muerto, te perderíamos de mala gana, así que ¿cómo podríamos darte el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?”

Y por segunda vez… por tercera vez el hombre del clan Ratthapala dijo a sus padres: “Madre y padre… Dadme permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar.” Y por segunda vez… por tercera vez sus padres respondieron: “querido Ratthapala… ¿cómo podríamos darte el permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?”

Entonces, al no recibir permiso por parte de sus padres, el miembro de clan Ratthapala se recostó en el suelo y dijo: “Justo aquí yaceré hasta que muera o reciba el permiso para el renunciamiento”.

Entonces, los padres de Ratthapala le dijeron: “Querido Ratthapala, tú eres nuestro único hijo, querido y bien amado. Has llegado y has crecido en el confort; no sabes nada del sufrimiento, querido Ratthapala. Levántate, querido Ratthapala, come, bebe, distráete Ratthapala. Mientras comas, bebas y te distraes, puedes ser feliz, disfrutando de los placeres sensuales y haciendo méritos. Nosotros no vamos a permitirte renunciar a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Aún en caso en que estuvieras muerto, te perderíamos de mala gana, así que ¿cómo podríamos darte el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?” Cuando esto fue dicho, el miembro de clan Ratthapala permaneció en silencio.

Y por segunda vez… Por tercera vez los padres de Ratthapala le dijeron: “querido Ratthapala… ¿cómo podríamos darte el permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?” Y por segunda vez… por tercera vez, cuando esto fue dicho, el miembro de clan Ratthapala permaneció en silencio.

Entonces, los padres del miembro de clan Ratthapala se fueron junto a sus amigos y les dijeron: “Queridos, el miembro de clan Ratthapala se recostó en el suelo y dijo: ‘Justo aquí yaceré hasta que muera o reciba el permiso para renunciamiento’. Venid. Acercaos al miembro de clan Ratthapala y decidle: ‘Amigo Ratthapala, tú eres el único hijo, querido y bien amado de tus padres… Levántate, amigo Ratthapala, come, bebe, distráete Ratthapala… ¿cómo tus padres podrían darte el permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?’"

Acto seguido, los amigos del miembro de clan Ratthapala se fueron junto a él y le dijeron: “Amigo Ratthapala, tú eres el único hijo, querido y bien amado de tus padres… Levántate, amigo Ratthapala, come, bebe, distráete Ratthapala… ¿cómo tus padres podrían darte el permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?” Cuando esto fue dicho, el miembro de clan Ratthapala permaneció en silencio.

Y por segunda vez… Por tercera vez los amigos del miembro de clan Ratthapala le dijeron: Amigo Ratthapala, tú eres el único hijo, querido y bien amado de tus padres… Levántate, amigo Ratthapala, come, bebe, distráete Ratthapala… ¿cómo tus padres podrían darte el permiso para renunciar la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, mientras todavía estás con vida?” Pero cuando esto fue dicho por segunda vez… por tercera vez, el miembro de clan Ratthapala permaneció en silencio.

Entonces, los amigos del miembro de clan Ratthapala se fueron junto a sus padres y les dijeron: “Madre y padre, el miembro del clan Ratthapala está recostado en el suelo y está diciendo: ‘Justo aquí yaceré hasta que muera o reciba el permiso para renunciamiento’. Ahora bien, si no le otorgáis el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar, va a morir ahí. Pero si le otorgáis el permiso, vais a verlo después de la ordenación, y si alguna vez, no disfrutase más del renunciamiento, ¿a qué otro lugar iría si no retornara aquí? Así que, otorgadle el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar”.

“Entonces, queridos, vamos a otorgarle el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar. Solamente que tiene que visitar a sus padres al renunciar”.

Acto seguido, los amigos del miembro de clan Ratthapala se fueron junto a él y le dijeron: “Levántate, Ratthapala. Tus padres te otorgan permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar. Solamente que tienes que visitar a tus padres al renunciar”.

Entonces, el miembro de clan Ratthapala se levantó y, después de haber recuperado sus fuerzas, se fue junto al Bienaventurado, le rindió homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable señor, tengo el permiso para renunciar a la vida hogareña y asumir el estilo de vida sin hogar. Que el Bienaventurado me otorgue el renunciamiento.” Entonces, el miembro de clan Ratthapala recibió el renunciamiento bajo el Bienaventurado y recibió la plena ordenación.

No mucho después de que el Venerable Ratthapala haya recibido la plena ordenación, la mitad del mes después de que haya recibido la plena ordenación, el Bienaventurado, habiendo morado en Thullakotthita el tiempo que quiso, salió caminando hacia Savatthi. Recorriendo las regiones, finalmente arribó a Savatthi y estableció su morada en la Arboleda Jeta del Parque de Anathapindika cerca de Savatthi.

Mientras tanto, morando en la reclusión e introspección, diligente, ardiente y resoluto, el Venerable Ratthapala, a través de la auto-realización con el conocimiento directo, aquí y ahora entró y permaneció en aquella meta suprema de la vida santa, por la cual el miembro del clan correctamente abandona la vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar. Y conoció directamente esto: ‘el nacimiento está destruido, la vida santa ha sido vivida, lo que habría que hacer se ha realizado y he aquí que no hay más futuros estados de existencia.’ Y el Venerable Rattahapala llegó a ser uno de los arahants.

Entonces, el Venerable Ratthapala se fue junto al Bienaventurado y, después de haberle rendido homenaje, se sentó a un lado y le dijo: “Venerable señor, me gustaría visitar a mis padres, si el Bienaventurado me otorgase el permiso”.

Entonces, el Bienaventurado penetró mentalmente los pensamientos del venerable Ratthapala en su mente. Cuando conoció que el miembro de clan Ratthapala no era capaz de abandonar el entrenamiento y retornar al estilo de vida inferior, le respondió: “Puedes hacerlo, Ratthapala, de acuerdo a tu conveniencia”.

Acto seguido, el Venerable Ratthapala se levantó de su asiento y, después de haber rendido homenaje al Bienaventurado, se retiró de ahí, cuidando que le Bienaventurado permaneciera siempre a su mano derecha. Después dejó su lugar de descanso en orden, tomó su hábito exterior y el cuenco, y salió caminando hacia Thullakotthita. Estando ahí estableció su morada en el jardín real Migacira de Koravia. Entonces, cuando ya era de día, se vistió, tomó su hábito exterior y el cuenco, y se fue a Thullakotthita en busca de las limosnas. Y mientras caminaba así en busca de las limosnas, de casa a casa de Thullakotthita, llegó a la casa de sus propios padres.

En esta ocasión, el padre del Venerable Ratthapala estaba sentado en el hall frente a la puerta principal haciendo que le peinaran sus cabellos. Cuando vio llegar al Venerable Ratthapala desde cierta distancia, le dijo: “Nuestro hijo único, querido y bien amado, se hizo renunciante por culpa de estos ascetas pelados”. De esta manera, en la propia casa de su padre, el Venerable Ratthapala no recibió las limosnas ni tampoco una bienvenida amable, sino sólo abusos.

Justo en este momento una mujer esclava perteneciente a uno de sus familiares estaba por tirar afuera algo de las viejas gachas de los chanchos. Viendo esto, el Venerable Ratthapala le dijo: “Hermana, si vas a tirar estas cosas afuera, mejor ponlo dentro de mi cuenco aquí”.

Y mientras ella lo estaba haciendo, reconoció los elementos característicos de sus manos, los pies y los de su voz. Entonces se fue junto a su madre y le dijo: “Por favor, mi señora, he aquí que Ratthapala había llegado, el hijo de mi señora”.

“¡Qué gracia! Si lo que dices es cierto, no serás más una esclava”.

Entonces, la madre del Venerable Ratthapala fue junto a su padre y le dijo: “Por favor, hombre hogareño, dicen que el miembro del clan Ratthapala había llegado”.

Justo en este momento el Venerable Ratthapala estaba comiendo las viejas gachas de los chanchos, en la muralla del cierto cuidador. Su padre se fue junto a él y le dijo: “Ratthapala, mi querido, he aquí ciertamente hay… y ¡tú estás comiendo las viejas gachas de los chanchos! ¿No es esta tu propia casa a la cual llegaste?”

“¿Qué casa propia podríamos tener, hombre hogareño, si hemos renunciado a la vida hogareña para vivir el estilo de vida sin hogar? Somos carentes del hogar, hombre hogareño. Vinimos a tu casa pero no recibimos las limosnas ni una bienvenida amable, sino sólo abusos.”

  • “Ven, querido Ratthapala, entremos a la casa”.
  • “Es suficiente, hombre hogareño, mi comida del día había terminado”.
  • “Entonces, querido Ratthapala, consiénteme en aceptar la comida de mañana”.
  • Y el Venerable Ratthapala aceptó en silencio.

Entonces, comprendiendo que el Venerable Ratthapala haya aceptado en silencio, volvió a su propia casa donde tenía las monedas de oro y un gran montón de lingotes de oro, y lo cubrió todo con unas esteras. Luego, llamó a las ex esposas del Venerable Ratthapala y les dijo: “Venid, hijastras mías, adornaos con ornamentos de manera tal que Ratthapala os encuentre atractivas y queridas.”

Entonces, cuando la noche había terminado, el padre del Venerable Ratthapala preparó varias clases de buena comida en su propia casa, luego de lo cual, anunció al Venerable Ratthapala: “ya es tiempo, querido Ratthapala, la comida está lista”.

Entonces, por la mañana temprano, el Venerable Ratthapala se vistió y, tomando su hábito exterior y el cuenco, fue a la casa de su propio padre donde se sentó en un asiento que estaba preparado para él. Entonces, su padre descubrió las monedas de oro y el gran montón de lingotes de oro y le dijo: “Querido Rathapala, esta es tu fortuna materna, tu fortuna paterna es otra y tu fortuna ancestral, otra también. Querido Ratthapala, puedes disfrutar de las riquezas y hacer méritos. Ven, entonces, querido: abandona el entrenamiento y retorna al estilo de vida inferior. Disfruta de las riquezas y haz méritos”.

“Hombre hogareño, si hubieses seguido mi consejo, estarías cargando los carros con este gran montón de monedas de oro y lingotes de oro, y lo llevarías afuera para verter su contenido en el medio del río Ganges. Y ¿por qué así? Porque por culpa de aquellas cosas, hombre hogareño, sólo tendrás dolor, lamento, pena, problemas y desesperanzas.”

Acto seguido las ex esposas del Venerable Ratthapala golpearon los pies y le dijeron: “¿cómo son, el hijo de mi señor, las ninfas, por cuyo bien estás llevando a cabo la vida santa?”

“Nosotros no llevamos a cabo la vida santa por el bien de las ninfas, hermanas”,

“El hijo de nuestro señor nos llamó ‘hermanas’”, lloraron ellas y se desmayaron ahí.

Entonces, el Venerable Ratthapala dijo a su padre: “Hombre hogareño, si hay aquí comida alguna que ha de ser ofrecida, que sea ofrecida. No nos acoses más.”

“Come, entonces, querido Ratthapala, la comida está lista”.

Acto seguido, el padre del Venerable Ratthapala, con sus propias manos le sirvió y lo satisfizo con varias clases de buena comida. Y cuando el Venerble Ratthapala había comido y había puesto su cuenco a un lado, se paró y pronunció los siguientes versos:

Detrás de la marioneta que hace travesuras aquí,
El cuerpo edificado de las llagas,
Enfermo, objeto de tratamiento,
Donde ninguna estabilidad se encuentra.
Detrás de la figura que hace travesuras aquí,
Con joyas y grandes pendientes,
El esqueleto envuelto en la piel
Se hace atractivo con los vestidos.
Su pie adornado con el color de alheña,
Y el rostro untado y empolvado:
Puede engañar al tonto, pero no
Al buscador de la otra orilla.
Su cabello peinado en ocho trenzas,
Ungido y untado debajo de los ojos:
Puede engañar al tonto, pero no
Al buscador de la otra orilla.
El mugriento cuerpo bien adornado,
Como una olla recientemente pintada:
Puede engañar al tonto, pero no
Al buscador de la otra orilla.
El cazador de los venados colocó las trampas,
Pero el venado no se deja atrapar fácilmente.
Hemos comido la carnada y ahora nos retiramos
Dejando a los cazadores lamentándose.

Después de que el Venerble Ratthapala se haya parado y haya pronunciado estos versos, se fue al jardín real Migacira de Koravia donde estableció su morada diurna al pie de un árbol.

En esta ocasión, el rey Koravya se dirigió a su guardabosque con estas palabras: “Buen guardabosque, pon en orden el Parque Migacira para que, de esta manera podamos ir a un jardín placentero y ver un placentero sitio”.—"Sí, señor”, respondió. Y después, mientras estaba ordenando el Parque Migacira, el guardabosque visualizó al Venerable Ratthapala sentado al pie de un árbol, estableciendo allí su morada diurna. Cuando lo vio allí, se fue junto al rey Koravya y le dijo: “Señor, el Parque Migacira ha sido ordenado. Y el miembro del clan Ratthapala está allí, el hijo del principal clan del mismo Thullakotthita, del cual siempre ha hablado usted maravillas. Está sentado al pie de un árbol, estableciendo ahí su morada diurna.”

“Entonces, buen guardabosque, suficiente placeres del jardín tenemos por hoy. Vamos a ofrecer nuestros respetos al maestro Ratthapala”.

Acto seguido, dijo: “Sacad afuera toda la comida que ha sido preparada aquí”, y como el rey Koravya tenía preparado un número de coches estatales, montó en uno de ellos y acompañado por otros coches, se dirigió con toda la pompa real hacia las afueras de Thutttakotthika para ver al Venerable Ratthapala. Estaba conduciendo hasta donde el camino permitía pasar a sus coches, y después descendió de ellos y se fue a pie, seguido por los más altos dignitarios, hasta donde estaba el Venerable Ratthapala. Después de haber intercambiado con el Venerable Ratthapala cordiales saludos, y cuando estas amables y corteses palabras de bienvenida habían terminado, el rey Koravya se paró a un lado y le dijo: “He aquí el tapete de elefante; que el venerable Ratthapala tome asiento sobre él”.

“No hay necesidad de esto, gran rey. Tome usted el asiento, que yo me sentaré en mi propia estera”.

Entonces, el rey Koravya se sentó en el asiento que estaba preparado para él y dijo:

“Maestro Ratthapala, he aquí que existen cuatro clases de pérdidas. Y porque han sido objetos de estas pérdidas, algunas personas afeitaron sus cabezas y barbas, se vistieron con hábitos amarillos y renunciaron a la vida hogareña, asumiendo el estilo de vida sin hogar. Y, ¿cuáles son estas cuatro? La pérdida a través de la vejez, la pérdida a través de la enfermedad, la pérdida las riquezas y la pérdida de los parientes.

“Y, ¿qué es la pérdida a través de la vejez? He aquí, maestro Ratthapala, alguien es anciano, entrado en edad, cargado de años, avanzado en el espacio vital, entrado en su última etapa. Él considera lo siguiente: ‘soy anciano, entrado en edad, cargado de años, avanzado en el espacio vital, entrado en mi última etapa. Ya no es fácil para mí adquirir riquezas aún no adquiridas o aumentar las riquezas previamente adquiridas. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y la barba, me visto con el hábito amarillo y renuncio a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?’ Y porque es objeto de semejante pérdida a través de la vejez, afeita su cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Esto se llama la pérdida a través de la vejez. Pero el maestro Ratthapala todavía es joven, hombre de cabello negro dotado de la bendición de la juventud, en flor de la vida. Maestro Ratthapala no es objeto de pérdida alguna a través de la vejez. ¿Qué ha conocido, visto u oído, entonces, por lo cual, haya renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?

“Y, ¿qué es la pérdida a través de la enfermedad? He aquí, maestro Ratthapala, alguien está afligido, sufrido y gravemente enfermo. Él considera lo siguiente: ‘estoy afligido, sufrido y gravemente enfermo. Ya no es fácil para mí adquirir riquezas aún no adquiridas o aumentar las riquezas previamente adquiridas. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y la barba, me visto con el hábito amarillo y renuncio a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?’ Y porque es objeto de semejante pérdida a través de la enfermedad, afeita su cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Esto se llama la pérdida a través de la enfermedad. Pero el maestro Ratthapala es libre de enfermedad y aflicción; posee buena digestión, no siente demasiado frío ni demasiado calor, sino una temperatura intermedia. Maestro Ratthapala no es objeto de pérdida alguna a través de la enfermedad. ¿Qué ha conocido, visto u oído, entonces, por lo cual, haya renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?

“Y, ¿qué es la pérdida las riquezas? He aquí, maestro Ratthapala, alguien es rico, tiene grandes riquezas y grandes posesiones. Y gradualmente, sus riquezas disminuyen. Él considera lo siguiente: ‘anteriormente, fui rico, tuve grandes riquezas y grandes posesiones. Y gradualmente, mis riquezas están disminuyendo. Ya no es fácil para mí adquirir riquezas aún no adquiridas o aumentar las riquezas previamente adquiridas. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y la barba, me visto con el hábito amarillo y renuncio a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?’ Y porque es objeto de semejante pérdida de riquezas, afeita su cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Esto se llama la pérdida de riquezas. Pero el maestro Ratthapala es hijo del principal clan de Thullakotthika. Maestro Ratthapala no es objeto de pérdida alguna de las riquezas. ¿Qué ha conocido, visto u oído, entonces, por lo cual, haya renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?

“Y, ¿qué es la pérdida los parientes? He aquí, maestro Ratthapala, alguien tiene muchos amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos. Y gradualmente, el número de estos parientes disminuye. Él considera lo siguiente: ‘anteriormente tenía muchos amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos. Y gradualmente, el número de estos parientes está disminuyendo. Ya no es fácil para mí adquirir riquezas aún no adquiridas o aumentar las riquezas previamente adquiridas. ¿Qué tal si afeito mi cabeza y la barba, me visto con el hábito amarillo y renuncio a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?’ Y porque es objeto de semejante pérdida de parientes, afeita su cabeza y la barba, se viste con el hábito amarillo y renuncia a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Esto se llama la pérdida de los parientes. Pero el maestro Ratthapala tiene muchos amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos en Thullakotthika. Maestro Ratthapala no es objeto de pérdida alguna de los parientes. ¿Qué ha conocido, visto u oído, entonces, por lo cual, haya renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?

“Maestro Ratthapala, estas son las cuatro clases de pérdidas. Y, porque han sido objetos de estas pérdidas, algunas personas afeitaron sus cabezas y barbas, se vistieron con hábitos amarillos y renunciaron a la vida hogareña, asumiendo el estilo de vida sin hogar. Pero el maestro Ratthapala no es objeto de ninguna de estas clases de pérdida. ¿Qué ha conocido, visto u oído, entonces, por lo cual, haya renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar?

“Gran rey, he aquí, hay cuatro resúmenes del Dhamma que habían sido enseñados por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado. Habiendo conocido, visto y oído estos resúmenes, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar. Y, ¿cuáles son estos cuatro?

(i) “‘[La vida] en todo el mundo es inestable y está siendo barrida’; este es el primer resumen del Dhamma que había sido enseñado por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado. Habiendo conocido, visto y oído este resumen, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.

(ii) “‘[La vida] en todo el mundo no tiene refugio ni protección’; este es el segundo resumen del Dhamma que había sido enseñado por el Bienaventurado quien conoce…

(iii) “‘[La vida] en todo el mundo no tiene nada propio de uno; uno tiene que dejar todo y fallecer’; este es el tercer resumen del Dhamma que había sido enseñado por el Bienaventurado quien conoce…

(iv) “‘[La vida] en todo el mundo es incompleta, insaciable y esclava de la avidez’; este es el cuarto resumen del Dhamma que había sido enseñado por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado. Habiendo conocido, visto y oído este resumen, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.

“Gran rey, éstos son los cuatro resúmenes del Dhamma que habían sido enseñados por el Bienaventurado quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado. Habiendo conocido, visto y oído estos resúmenes, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.”

“El maestro Ratthapala dijo: ‘[La vida] en todo el mundo es inestable y está siendo barrida’; ¿cómo debería ser comprendida esta declaración?”

“¿Qué opina, gran rey? Cuando usted tenía veinte años o veinticinco, ¿era un experto en montar elefantes, un experto jinete de caballos, experto auriga, experto arquero, experto esgrimidor, fuerte en los muslos y los brazos, robusto y preparado para la batalla?”

“Cuando tenía veinte años o veinticinco, maestro Ratthapala, era un experto en montar elefantes, experto jinete de caballos, experto auriga, experto arquero, experto esgrimidor, fuerte en los muslos y los brazos, robusto y preparado para la batalla. Hasta algunas veces llegué a sospechar que tenía algún poder sobrenatural. No veía a nadie que tuviera el poder semejante al mío.”

“Y ¿qué opina, gran rey? ¿Es usted ahora también tan fuerte en los muslos y los brazos, robusto y preparado para la batalla?”

“No, maestro Ratthapala. Ahora soy anciano, entrado en edad, cargado de años, avanzado en el espacio vital, entrado en mi última etapa; mi edad llegó a los ochenta años. A veces, creyendo que pongo mi pie aquí, lo estoy poniendo en algún otro lugar.”

“Gran rey, a esto se refiere el Bienaventurado—quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- cuando dice: ‘[La vida] en todo el mundo es inestable y está siendo barrida’. Habiendo conocido, visto y oído esto, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.”

“¡Esto es maravilloso, maestro Ratthapala! Es maravilloso qué bien ha expresado el Bienaventurado —quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- esto: ‘[La vida] en todo el mundo es inestable y está siendo barrida’. ¡Esto es realmente así!

“Maestro Ratthapala, en esta corte tenemos tropas de elefantes y caballería, tropas de carros de batalla e infantería, lo cual sirve para subyugar cualquier atentado en contra de nosotros. Ahora bien, el maestro Ratthapala dijo: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene refugio ni protección’; ¿cómo debería ser comprendida esta declaración?”

“¿Qué dice, gran rey: tiene usted algún achaque crónico?”

“Sí, maestro Ratthapala, tengo un achaque crónico. A veces, mis amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos, están alrededor de mí, pensando: ‘el rey está cerca de fallecer, el rey va a morir’.”

“Y, ¿qué opina, gran rey? ¿Podría usted mandar a sus amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos, a todos los presentes, que compartieran su sensación dolorosa para que la sintiera menos, o tendría que sentirla usted solo?”

“No podría mandar a mis amigos y compañeros, parientes lejanos y cercanos semejante cosa, maestro Ratthapala. Más bien, tendría que sufrirlo sólo.”

“Gran rey, a esto se refiere el Bienaventurado—quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- cuando dice: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene refugio ni protección’. Habiendo conocido, visto y oído esto, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.”

“¡Esto es maravilloso, maestro Ratthapala! Es maravilloso qué bien ha expresado el Bienaventurado —quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- esto: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene refugio ni protección’. ¡Esto es realmente así!

“Maestro Ratthapala, en esta corte tenemos abundantes monedas de oro y lingotes de oro acumulados y ordenados de acurdo a su valor y los depositantes. Ahora bien, el maestro Ratthapala dijo: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene nada propio de uno; uno tiene que dejar todo y fallecer’; ¿cómo debería ser comprendida esta declaración?”

“¿Qué opina, gran rey? Usted disfruta ahora a través de las cinco cuerdas de los placeres sensuales, provisto de todo lo que necesita para ello, pero ¿será capaz de hacerlo en su próxima existencia diciendo: ‘disfrutemos ahora de la misma manera a través de las cinco cuerdas de los placeres sensuales’ o, más bien, serán los otros que se quedarán con sus propiedades, mientras usted pasará al lugar que será acorde a sus acciones?”

“No puedo llevar esto de una vida a otra, maestro Ratthapala. Más bien, los otros se quedarán con mis propiedades, mientras yo pasaré al lugar que será acorde a mis acciones.”

“Gran rey, a esto se refiere el Bienaventurado—quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- cuando dice: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene nada propio de uno; uno tiene que dejar todo y fallecer’. Habiendo conocido, visto y oído esto, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.”

“¡Esto es maravilloso, maestro Ratthapala! Es maravilloso qué bien ha expresado el Bienaventurado —quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- esto: ‘[La vida] en todo el mundo no tiene nada propio de uno; uno tiene que dejar todo y fallecer’. ¡Esto es realmente así!

“Ahora bien, maestro Ratthapala también dijo: ‘[La vida] en todo el mundo es incompleta, insaciable y esclava de la avidez’; ¿cómo debería ser comprendida esta declaración?”

“¿Qué dice gran rey: está usted gobernando sobre el rico país de Kuru?”

“Sí, maestro Ratthapala, estoy gobernando allí”.

“Y ¿qué opina de esto, gran rey? Imagine que un hombre fidedigno y de confianza se acercase a usted del este y le dijese: ‘Por favor, gran rey, sepa esto: estoy llegando del este donde he visto un gran país, poderoso y rico, muy populoso y repleto de gente. Allí hay grandes tropas de los elefantes, grandes caballerías, tropas de carros de batalla e infantería. Hay grandes cantidades de marfil, muchas monedas de oro y lingotes de oro, tanto trabajados como no trabajados. País lleno de mujeres y esposas. Pero con su presente poderío, usted puede conquistarlo. Conquístalo, entonces, gran rey.’ ¿Qué haría usted entonces, gran rey?”

“Nosotros impondríamos nuestro reino sobre aquel, maestro Ratthapala”.

“Imagine también, gran rey, que un hombre fidedigno y de confianza se acercase a usted del oeste… del norte… del sur y le dijese: ‘Por favor, gran rey, sepa esto: estoy llegando desde el sur donde he visto un gran país, poderoso y rico… Conquístalo, entonces, gran rey.’ ¿Qué haría usted entonces, gran rey?”

“Nosotros impondríamos nuestro reino sobre aquel, maestro Ratthapala”.

“Gran rey, a esto se refiere el Bienaventurado—quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- cuando dice: ‘[La vida] en todo el mundo es incompleta, insaciable y esclava de la avidez’. Habiendo conocido, visto y oído esto, he renunciado a la vida hogareña para asumir el estilo de vida sin hogar.”

“¡Esto es maravilloso, maestro Ratthapala! Es maravilloso qué bien ha expresado el Bienaventurado —quien conoce y ve, es realizado y plenamente iluminado- esto: ‘[La vida] en todo el mundo es incompleta, insaciable y esclava de la avidez’. ¡Esto es realmente así!"

Esto es lo que el Venerable Ratthapala dijo y habiendo dicho esto agregó lo siguiente:

  • He visto hombres ricos en el mundo, quienes a pesar de todo
  • Por la ignorancia, no renunciaron a sus riquezas,
  • Ávidamente seguían acumulando sus riquezas,
  • Anhelando aún más placeres sensuales.
  • El rey que por fuerza ha conquistado la tierra,
  • Y gobernó sobre la tierra sólo limitada por el océano,
  • Aún está insatisfecho con la orilla cercana del mar,
  • Deseando la orilla lejana por igual.
  • La mayoría de la otra gente también, no precisamente como el rey,
  • Encuentra la muerte con su avidez no disminuida;
  • Todavía sin completar [la tarea] abandona el cuerpo,
  • Los deseos son insaciables en este mundo.
  • Sus parientes se lamentan y arrancan el pelo,
  • Llorando: ‘¡ay de mí, nuestro amor está muerto!’
  • Llevan el cuerpo envuelto en sudarios,
  • Lo colocan en la pira y lo queman allí.
  • Vestido con el velo, deja sus riquezas atrás,
  • Pinchado con estacas se quema,
  • Y, una vez muerto, no hay pariente o amigo,
  • Que pueda ofrecerle refugio o protección.
  • Mientras sus herederos toman sus riquezas, este ser
  • Tiene que pasar al lugar acorde a sus propias acciones;
  • Y, una vez muerto, nadie puede seguirlo,
  • Ni hijo, ni la esposa, ni riquezas ni estatus real.
  • La longevidad no se adquiere con las riquezas,
  • Ni la prosperidad puede expulsar a la vejez,
  • Corta es la vida, como afirman todos los sabios,
  • La eternidad no se conoce, sólo el cambio.
  • El rico y el pobre igualmente sienten el toque [de la muerte],
  • El tonto y el sabio lo sienten igual también;
  • Pero mientras el tonto se encuentra afectado por su locura,
  • No hay sabio que tema su toque.
  • Mejor es la sabiduría que cualquier riqueza,
  • Ya que con sabiduría se alcanza la meta final.
  • La gente ignorante realiza las malas acciones
  • Y falla en alcanzar la meta de una vida a otra.
  • Como uno va al vientre y al siguiente mundo,
  • Renovando la ronda de los sucesivos nacimientos,
  • Alguien con poca sabiduría, que confía en aquel,
  • También va al vientre y al otro mundo.
  • Igual que un ladrón atrapado en el robo,
  • Está destinado a sufrir por su mal hecho,
  • Así también la gente después de la muerte, en el otro mundo,
  • Está destinada a sufrir por sus malos hechos.
  • Placeres sensuales, variedades, dulzuras y deleites,
  • En diferentes maneras disturban la mente;
  • Viendo el peligro en aquellos ligamentos sensuales,
  • Escogí la vida sin hogar, oh rey.
  • Como una fruta que cae del árbol, así también la gente,
  • Tanto el joven como el anciano, irrumpen sus cuerpos.
  • Viendo eso también, oh rey, he renunciado:
  • Es mejor asegurarse en la vida recluida.