Colección de discursos agrupados temáticamente
Palileyya Sutta
22.81. Discurso en Palileyya
En una ocasión, el Bienaventurado estaba morando en Kosambi, en el Parque de Ghosita.
Entonces, por la mañana temprano, el Bienaventurado se vistió y, tomando su cuenco y el hábito exterior, entró en Kosambí en búsqueda de limosnas. Cuando hubo caminado en búsqueda de limosnas y hubo retornado de esa su habitual ronda, después de haberse alimentado, ordenó su propia morada, tomó su cuenco y el hábito exterior y, sin informar a sus ayudantes y sin haberse despedido del Sangha de los monjes, emprendió un viaje solitario, sin compañía alguna
Entonces, no mucho tiempo después de que el Bienaventurado se haya apartado, un cierto monje se acercó al Venerable Ananda y le dijo: “Amigo Ananda, el Bienaventurado ordenó su propia morada, tomó su cuenco y el hábito exterior, y sin informar a sus ayudantes y sin haberse despedido del Sangha de los monjes, emprendió un viaje solitario, sin compañía alguna.”
“Amigo, siempre que el Bienaventurado actúa de esta manera, significa que desea morar en soledad. En estas ocasiones, el Bienaventurado no debe ser seguido por nadie”.
Entonces, el Bienaventurado, atravesando regiones, arribó a Palileyya. Allá, en Palileyya, el Bienaventurado moró al pie de un auspicioso árbol sala.
En ese tiempo, un numeroso grupo de monjes se acercó al Venerable Ananda e intercambió con él cordiales saludos. Cuando han concluido estas salutaciones y amables palabras de bienvenida, esos monjes se sentaron a un lado y dijeron al Venerable Ananda: “He aquí que pasó mucho tiempo desde que hemos escuchado una exposición del Dhamma en presencia del Bienaventurado. Nos gustaría escuchar la exposición del Dhamma en presencia del Bienaventurado, amigo Ananda”.
Entonces, el Venerable Ananda, junto con el grupo de aquellos monjes, se acercó al Bienaventurado, al pie del auspicioso árbol sala. Habiéndose acercado, rindieron homenaje al Bienaventurado y se sentaron a un lado. Entonces, el Bienaventurado instruyó, exhortó, inspiró y regocijó a aquellos monjes con la plática del Dhamma.
En esta ocasión, en la mente de cierto monje surgió esta reflexión: “¿Cómo debería uno conocer, cómo debería uno ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las contaminaciones? ”
El Bienaventurado, habiendo conocido con su propia mente la reflexión que surgió en la mente de aquel monje, se dirigió a los monjes con estas palabras:
“Monjes, este Dhamma ha de ser enseñando por mí discriminadamente Los cuatro establecimientos de la atención consciente han de ser enseñados por mí discriminadamente. Los cuatro rectos esfuerzos… las cuatro bases del poder espiritual… Las cinco facultades espirituales… Los cinco poderes… Los siete factores de iluminación… El Noble Óctuple Sendero ha de ser enseñado por mí discriminadamente. Monjes, en relación al Dhamma que ha sido enseñando por mí, en la mente de cierto monje surgió esta reflexión: ‘¿Cómo debería uno conocer, cómo debería uno ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las contaminaciones?’
“¿Y cómo, monjes, uno debería conocer, cómo uno debería ver, para que ocurriera inmediatamente la destrucción de las contaminaciones?
“He aquí, monjes, un mundano no instruido, que no dirige su mirada hacia los nobles, inepto y no disciplinado en su Dhamma, que no dirige su mirada hacia las personas superiores, inepto y no disciplinado en su Dhamma, considera la forma como el ser. Este tipo de consideración, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando alguien un mundano no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las contaminaciones.
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser, pero considera al ser como algo que posee forma. Este tipo de consideración, monjes, es formación… [sigue como en el párrafo anterior].
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma, pero considera la forma como en el ser. Este tipo de consideración, monjes, es formación….
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser, pero considera el ser como en la forma. Este tipo de consideración, monjes, es formación… .
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma, pero considera la sensación como el ser… la sensación como algo que posee forma… la sensación como en el ser… el ser como en la sensación. Este tipo de consideración, monjes, es formación…
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación, pero considera la percepción como el ser… la percepción como algo que posee forma… la percepción como en el ser… el ser como en la percepción. Este tipo de consideración, monjes, es formación…
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación ni la percepción como el ser ni la percepción como algo que posee forma ni la percepción como en el ser ni el ser como en la percepción. Pero considera las formaciones mentales como el ser… las formaciones mentales como algo que posee forma… las formaciones mentales como en el ser… el ser como en las formaciones mentales. Este tipo de consideración, monjes, es formación…
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser ni al ser como algo que posee forma ni la forma como en el ser ni el ser como en la forma ni la sensación como el ser ni la sensación como algo que posee forma ni la sensación como en el ser ni el ser como en la sensación ni la percepción como el ser ni la percepción como algo que posee forma ni la percepción como en el ser ni el ser como en la percepción ni las formaciones mentales como el ser, ni las formaciones mentales como algo que posee forma ni las formaciones mentales como en el ser, ni el ser como en las formaciones mentales. Pero considera la conciencia como el ser… la consciencia como algo que posee forma… la conciencia como en el ser… el ser como en la conciencia. Este tipo de consideración, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando un mundano no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las contaminaciones.
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser… el ser como en la conciencia. Pero, él mantiene el siguiente punto de vista: ‘así cómo es el ser, así es el mundo; habiendo pasado a la otra vida, seré así: permanente, estable, eterno, no sujeto a cambio’. Este tipo de punto de vista eternalista, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando un mundano no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las contaminaciones.
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser… ni mantiene el siguiente punto de vista: ‘así cómo es el ser, así es el mundo; habiendo pasado a la otra vida, seré así: permanente, estable, eterno, no sujeto a cambios’. Pero, él mantiene el siguiente punto de vista: ‘yo podría no ser y esto podría no ser para mí; así que yo no seré ni esto será para mí.’ Este tipo de punto de vista aniquilacionsita, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando un mundano no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación. Monjes, cuando uno conoce y ve esto, ocurre la inmediata destrucción de las contaminaciones.
“Monjes, puede que él no considere la forma como el ser… ni mantiene el siguiente punto de vista: ‘yo podría no ser y esto podría no ser para mí; así que yo no seré ni esto será para mí.’ Pero él está perplejo, dubitativo indeciso en relación al verdadero Dhamma. Esta perplejidad, duda e indecisión acerca del verdadero Dhamma, monjes, es formación. ¿Y cuál es la fuente, cuál el origen, de qué nace y se produce esta formación? Cuando un mundano no instruido entra en contacto a través de la sensación surgida de la ignorancia del contacto, surge la avidez: de ahí que surge aquella formación.
“Así que, monjes, aquella formación es transitoria, es condicionada y surgida en forma dependiente; aquella avidez es transitoria, es condicionada y surgida en forma dependiente; aquella sensación es transitoria, es condicionada y surgida en forma dependiente; aquel contacto es transitorio, es condicionado y surgido en forma dependiente; aquella ignorancia es transitoria, es condicionada y surgida en forma dependiente”.