Exclamaciones

8.7. Discurso sobre los dos caminos

He aquí lo que yo he oído decir. Cierta vez el bhagavant iba por el camino principal, en el país de los Kosala, con el venerable Nagasamala como acompañante. Y el venerable Nagasamala vio que el camino se bifurcaba y al verlo le dijo al bhagavant: «Señor bhagavant, éste es el camino, vayamos por él». Cuando el venerable Nagasamala dijo así, el bhagavant le contestó: «Nagasamala, aquel otro es el camino, vayamos por él».

Por segunda vez el venerable Nagasamala le dijo al bha­gavant: «Señor bhagavant, éste es el camino, vayamos por él». Por segunda vez el bhagavant le contestó al venerable Naga­samala: «Nagasamala, aquel otro es el camino, vayamos por él».

Por tercera vez el venerable Nagasamala le dijo al bhaga­vant: «Señor bhagavant, éste es el camino, vayamos por él». Por tercera vez el bhagavant le contestó al venerable Nagasa­mala: «Nagasamala, aquel otro es el camino, vayamos por él» Y el venerable Nagasamala, poniendo en el suelo el manto y la escudilla del bhagavant, se fue diciendo: «Aquí están, señor, el manto y la escudilla del bhagavant».

Y mientras el venerable Nagasamala iba por aquel camino, unos ladrones, saliéndole al encuentro, lo golpearon con puños y pies, rompieron su escudilla y destrozaron su manto. Y el venerable Nagasamala con su escudilla rota y su manto destro­zado, se acercó a donde se encontraba el bhagavant y, habién­dosele acercado, saludando al bhagavant, se sentó a un lado y, sentado a un lado, el venerable Nagasamala le dijo al bha­gavant: «Señor, mientras yo iba por aquel camino, unos ladro­nes, saliéndome al encuentro, me golpearon con puños y con pies, rompieron mi escudilla y destrozaron mi manto».

El bhagavant, comprendiendo el sentido, dijo en aquella ocasión este Udana

Viajando en compañía,
viviendo solo
o mezclándose con los demás,
el sabio, distinguiendo lo que es malo,
lo abandona,
como la garza que bebe la leche,
deja de lado el agua.